"Lo que más me sorprende del hombre moderno es que pierde la salud para ganar dinero, y después gasta ese dinero para intentar recuperar la salud". Dalai Lama. Cuentan que cuando los ingleses invadieron el Tíbet allá por finales del siglo XIX, un de las cosas que más sorprendió a los sacerdotes tibetanos fueron las sillas. Sí, las sillas. No los ropajes, ni las costumbres, ni que el té no fuese té de mantequilla. Las sillas. ¿Y por qué las sillas? Pues cuentan que les sorprendió muchísimo el concepto del "respaldo", ya que para ellos eso era una atrocidad monumental que les obligaba a desalinear su columna para poder apoyar la espalda en dicho respaldo... Desalineándoles las vértebras... Y los chakras. ¿Sabes cómo le apodaron los monjes a esas sillas que llevaron los ingleses tras la invasión? "El aparato del demonio". Tal cuál. Bueno. Está claro que la silla... y sobre todo el uso que hacemos de ella en el siglo XXI... es algo tan demoníaco que ni los propios monjes tibetanos tendrían una palabra para describir tamaña agresión a nuestro cuerpo físico y etérico. Por ello, son muchas las profesiones que han surgido alrededor del dolor de espalda. Desde que haya más clínicas de Fisios que cafeterías... Hasta las cremas, los apósitos, las plantillas para los pies, la homeopatía, las flores... y la fauna si me apuras. Todos buscando sacar dinero de tu tortura. Cuando la realidad es mucho más simple y más tozuda: Escucha a tu cuerpo. Aprende a entender y hablar su idioma (que ya te anticipo que no es el mismo que el de tu cabeza)... Y el 99% de los dolores del día a día causados por el mal uso que haces de tu cuerpo desaparecerán en apenas unas pocas sesiones. Es algo tan fácil y tan sencillo, que la gran mayoría de profesores ni siquiera se han preocupado en aprenderlo. Se llama "entrenar mediante la consciencia plena". Y es una de las maneras más baratas y más rentables de conseguir ahorrarse muchos dineros reservando citas con el fisio en el calendario o comprando vete tú a saber qué cosas en el herbolario. ¿Eso está mal? No para nada, seguro que será buenísimo cuando actualmente hay más clínicas de fisios y herbolarios que bares y cervecerías hace unos años. Yo sólo digo que, entrenar como yo enseño, y aprenderlo para toda la vida, sale mucho más barato. Para interesados en que su dinero empleado en sentirse bien, sea rentable, es aquí: Alberto, quiero saber tus horarios disponibles para entrenamiento personal. ---------- Alberto. Los comentarios están cerrados.
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AutorAlberto Segovia ArchivosCategoríasEsta es sólo una muestra de lo que comparto casi a diario en mi lista.
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