Creo que ha sido el mejor Pilates que he dado en mi vida.

Verás.

La vida tiene cosas maravillosas.

Cosas curiosas, como la que me sucedió ayer por la tarde.

Te pongo en situación:

Ayer y anteayer estuve dando una formación exprés de "Unificación de criterios en las sesiones grupales de Mat Pilates" para una importante cadena de gimnasios aquí en Madrid.

Esto, si lees mis correos diarios, lo sabes.


Y mira, al finalizar la formación, no pude morderme la lengua y tuve que serles sincero.

Les sentía eufóricos con todo lo aprendido y quise rebajar la emoción.

Les dije:

"A mí me da igual que estéis muy contentos y que en las fichas de evaluación del profesor digáis que soy el mejor y cosas de esas. Eso me es indiferente.

Vosotros podéis estar muy contentos y esto haber sido una mierda de formación igualmente.

A mí lo único que me vale...

la única moneda de cambio que le pido a la vida para yo saber si he hecho bien mi labor de formaros o no...

es que vuestros clientes os feliciten.

Sí.

Los alumnos y las alumnas, no son gilipollas.

El alumno de Pilates lleva por lo general muchos profesores a sus espaldas, y se las saben todas.

Saben calar rápido "quién controla del asunto y quién no".

Por tanto, esa será mi recompensa.

Esa es la manera que yo tengo de saber si lo que aquí ha pasado en estos 2 días ha servido para algo o no.

Si vuestros alumnos alucinan tanto con vuestras sesiones como para felicitaros al finalizarlas...

Eso significará que hemos hecho un buen trabajo.

Y que vosotros hacéis un buen Pilates.

El buen Pilates siempre es memorable, porque siempre te hace vivir un momento único e irrepetible.

Y, ese tipo de momentos... son memorables".




Bueno.
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Eso fue lo que les dije desde el corazón, y ahí quedó la cosa.

Yo me fui por mi camino, ellos por el suyo, y continuó la vida.






Ahora, por otro lado.

También sabes que me gusta compartir algunos de los testimonios reales de clientes reales que recibo frecuentemente y que piense que puedan serte de utilidad.

Pero qué sucede...

que, la última vez que compartí en mi lista de envíos un mensaje que había recibido mediante audio de WhatsApp... y que lógicamente tuve que transcribirlo...

Recibí 3 mails de 3 amados haters para decirme que eso era mentira, que me lo inventaba.

Que no había recibido ningún audio de nadie y que vendía más humo que los del Gobierno con el tema de la recuperación económica.

Bien.

Nada en contra.

Tener amados odiadores es una de las mejores señales de que algo estás haciendo bien.




El caso es que, ayer por la tarde, habiendo pasado muy pocas horas desde que finalizamos la formación para esta importante cadena... recibí un audio de whatsapp.

Era un mensaje de una de las alumnas de la formación.

Un audio de una alumna.

O un regalo de la vida.

Como prefieras verlo.

Para mí...

fue una alegría.


Y como mis amados haters no se creen que, este tipo de cosas que me pasan, sean ciertas...

pues he decidido traerte aquí, a mi casa, a mi web, para que puedas escuchar ese mensaje y que, después, yo pueda explicarte un importante y profundo aprendizaje sobre el buen Pilates que este audio esconde.

Y que no es el que algunos querrán entender.


Bueno, aquí te dejo el audio, y cuando lo escuches seguimos.
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Vale. Es volver a escucharlo y me emociono.

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¿Por qué?

Porque sólo hay una manera de que el buen Método Pilates pueda seguir ayudando cada día a más personas. Y esa, no es otra, sino que a los alumnos les entren unas ganas irrefrenables de volver a por más.


¿Y por qué?

Porque si no te dan ganas de volver, no podemos seguir ayudándote.


¿Tiene que ser saludable la sesión?

Por supuesto.

Eso se da por supuesto.


A lo que me refiero es a que esa sesión tiene que ser memorable, tiene que ser genuina, única, irrepetible y que, te den tantas ganas de volver... que te sientas en la necesidad de felicitar al entrenador o a la entrenadora que te haya guiado y acompañado durante esa experiencia.

Sí eso es así...

Estás recibiendo un buen Pilates.



Y si no...

Quizás sea una buena idea que te reserves las noches de los lunes y los miércoles a las 21:30 hora española...

Y escribas aquí:

Quiero estar DENTRO de El Club de los Despiertos.






PD: 120€/mes impuestos incluidos. Sesiones de alto nivel (y rápido impacto) de entrenamientos bidireccionales y correcciones en directo con Pilates Digital.

PD2: Cerrar el día con esta filosofía de entrenamiento es una de las mejores formas que conozco para estimular el descanso real.

PD3: Ayer, dentro del club, durante la meditación dedicada a la mujer que hicimos al finalizar la sesión... ocurrió un momento mágico que quizás un día de estos me dé por comentar.

PD4: Me encanta mi trabajo.












Feliz día.

Mucho ánimo.












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Alberto.